miércoles, 25 de enero de 2017

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Lectura. Para morir siempre hay tiempo

Para morir siempre hay tiempo
Carmen Conde
Año:
Páginas: 368
Ediciones B


Escritora frustrada, obsesiva y adicta a los medicamentos, Julia Irazu es una auténtica experta en complicarse la vida, pero esta vez los problemas vienen de fuera. De manera accidental se ve envuelta en una red de tráfico de arte, entre intereses millonarios y delincuentes sin escrúpulos, y conoce a Viktor Sokolov, un supuesto espía ruso junto al cual vivirá una aventura llena de peligros entre Bilbao, Palermo y San Petersburgo.
Paradójicamente, será entonces cuando Julia descubra un principio básico que desconocía. Y es que, para morir, siempre hay tiempo.

Opinión personal
Mediados de semana y una nueva reseña para el blog, en esta ocasión se trata de Para morir siempre hay tiempo. Comencé esta lectura pensando que sería una novela de suspense y policíaca y bueno, si que puede serlo pero no creo que sea una novela negra al uso, más bien creo que se ríe un poco de todo ello debido a las situaciones y a los personajes en sí, no quiero decir con ello que haya risas a mogollón ni chascarrillos sino que los personajes, Julia y Viktor, no son lo típicos que podrían ser en una novela negra.

Como he nombrado, tenemos una protagonista femenina: Julia Irazu, la cual es una yonki de las pastillas y se dedica a escribir los típicos fascículos de coleccionables que vemos cada cierto tiempo en los kioskos. Ella es una escritora frustrada pues todas las editoriales le rechazan sus novelas y ya no sabe muy bien a donde se va su vida, bueno sí, por un agujero puesto que su adicción la está dejando medio en ruinas y no da golpe, aparte tiene problemas emocionales que poco a poco iremos descubriendo. Accidentalmente en el camino entre Zumaia y Guetaria (en Guipúzcoa), Julia se encuentra un coche parado en medio de la carretera, su conductor parece en trance y consigue salvarle la vida. Lo que Julia no sospecha es que este conductor jugará un papel importante para ella ya que se trata de Viktor Sokolov, un ruso implicado en asuntos turbios que se dedica a desvalijar arte en casas ajenas, entre otras cosas.
De rebote Julia se verá implicada en la trama y teniendo que aceptar la ayuda de este desconocido y teniendo que confiar en él para poder salvar su vida pero, ¿realmente desea Julia salvarse? Viktor en cambio es un joven con dificultades en el pasado a las que ha sabido sobreponerse ¿podrá ayudar a Julia? Ambos se verán en un juego del que nunca se sabe si se va a salir vivo, tendrán más de una d¡escollo por delante y viajarán desde España a Italia asi como al frío invernal de San Petersburgo.

Además, hay una serie de personajes secundarios: Sacha, Marinoshka, Olya, que nos dejarán más de una escena en la que no sabemos muy bien qué esperar de todo esto... Sin contar demasiado ¿podremos confia en Julia para salir adelante? o ¿se hundirá irremediablemente con su adicción llevándose a alguien más por delante?

En definitiva, una novela que aunque me ha entretenido ya que esta escrita de forma muy ágil y nos deja unas cuantas sorpresas y respuestas inesperadas tampoco me ha atrapado en exceso, ya que iba con otras expectativas diferentes sobre qué encontrarme como he dicho al principio, pero creo que se puede recomendar igual si sabemos con que nos vamos a encontrar.


1 comentario:

  1. Qué malas son las expectativas... es culpa de la era de internet que estamos viviendo. Al menos te ha entretenido :)
    Besos!

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