lunes, 23 de mayo de 2016

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Lectura. La gardenia blanca de Shanghái

La gardenia blanca de Shanghái
Belinda Alexandra
Páginas: 608
Año: 2010
Martínez Roca. Novela histórica


En la pequeña ciudad china de Harbin, Anya Kozlova, una niña de trece años, vive rodeada del amor de sus padres, unos inmigrantes rusos que huyeron de su país tras la revolución bolchevique. Sin embargo, pocos meses antes del final de la segunda guerra mundial, su padre fallece en un trágico accidente y su madre, Alina, es deportada por las autoridades chinas a un campo de trabajo en Siberia. Sola, desesperada y sin ningún otro familiar al que recurrir, Anya se verá obligada a emigrar primero a Shanghái —una glamurosa ciudad en la que trabajará en la sala de fiestas más famosa del momento— para luego marcharse a la isla filipina de Tubabao, donde se encontrará con otros refugiados rusos, y, desde allí, preparar su posterior partida a la Australia de los años cincuenta, un país aún virgen y salvaje donde, tras muchos esfuerzos, logrará el éxito y reconocimiento personal. Testigo de una época dura, apasionante y decisiva en Europa y en el mundo, recorreremos con Anya continentes, países, paisajes y culturas, la veremos enamorarse, casarse y perderlo todo y asistiremos, también, a su lucha por responder a la única pregunta que da sentido a su vida, ¿qué le ocurrió a su madre?

Opinión personal 
Hace ya medio año que me aventuré a leer una novela de Belinda Alexandra sin saber muy bien que encontraría entre sus páginas, esa lectura fue Bajo los cielos de zafiro. y me gustó, mucho. Así que ahora unos cuantos meses después repito con ella con La gardenia blanca de Shanghái, la cual también me ha dejado buen sabor.

Esta novela nos lleva a China, a la localidad de Harbin en 1944, pero nuestra protagonista es de origen ruso, Anya. Ella tiene tan solo 12 o 13 años cuando empezamos a conocer su historia. De familia de origen pudiente pero exiliados por la revolución bolchevique viven apaciblemente en esta localidad hasta que los últimos coletazos de la II Guerra Mundial les coge de lleno. Anya se verá obligada a escapar con ayuda de las garras de Tang, un comunista que quiere atrapar a cualquier precio. Anya llegará sola a la cosmopolita Shanghái y allí aterrizará en la casa de un compatriota al que no conoce, Sergei, pero al que irá cogiendo cariño, no tanto a su esposa estadounidense, una mujer celosa y manipuladora. Anya vivirá una vida normal en la escuela, es tan solo una niña que se está convirtiendo en una bella flor, y aunque los lujos y excesos de Shanghai no la seducen en exceso, si que se dejará llevar cuando conoce a Dimitri, un joven algo mayor que ella que será el amor de juventud.

Pero la II Guerra Mundial y sus consecuencias van a durar bastante, de esta forma conoceremos la adolescencia de Anya y también su juventud, irá pasando por el proceso de ser refugiada y exiliada de esa tierra que la vio nacer aunque nunca fue su hogar hasta llegar a Tubabao en Filipinas, donde conocer a Irina, su apoyo y posteriormente desembarcar en Australia, una nueva tierra que guarda muchas sorpresas. Todo ello mientras echa de menos a su madre, supuestamente en un campo de trabajo ruso e intenta buscar notiicas sobre ella.

Una historia desgarradora de exilio, desarraigo y soledad en un mundo rodeado de gente, donde Anya siente que no encaja, que siempre le falta una pieza: su madre y aunque quiere superarlo no puede. Pero también una historia de supervivencia, de confianza y de apoyo, de que en cualquier lugar puedes encontrar contactos (con un poco de suerte de más) y salir a flote en una nueva sociedad de los años 50. 

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