Después de haber visitado durante el primer día en tierras suizas Basilea y Freiburg en Alemania, este día nos vamos a cruzar de nuevo la frontera yendo hacia Colmar en Francia y volviendo por la tarde a Lucerna, la que dicen una de las ciudades más bellas del país helvético.
Para los dos siguientes días nuestra opción fue alquilar un coche en Sixt, compañía con sede cerca de la estación de tren alemana y que con un pequeño descuento de temporada tuvimos acceso al mismo. A nosotros nos salió a cuenta porque los trenes para moverse por Suiza son bastante caros, al menos para aquellos que no tenemos ningún tipo de descuento o bono, ya que por ejemplo ir a Zurich está en unos 30 euros solo ir (60 i/v), una pasada para un trayecto de una hora.
Canal de Colmar |
Una vez comentado esto, nos dirigimos a cruzar la frontera y a unos 45-50 minutos de Basilea encontramos Colmar, un pueblo con mucho turismo y con las típicas calles de la alsacia francesa, casitas tradicionales de madera
cuidadosamente conservadas, repletas de geranios floridos en los días de
calor, además de contar con diversas antiguas edificaciones, el museo Unterlinden, y lo que se conoce como la Pequeña Venecia por sus canales.
Encontramos una oficina de turismo donde disponer de un mapa y nos propone un recorrido por sus calles céntricas, donde guarda su mayor encanto, con calles estrechas y empedradas. Encontraremos:
Todos con diversos paneles informativos (aspecto que escasea en Suiza por cierto), podremos probar un crêpe típico francés en varios lugares mientras paseamos y también encontraremos el museo Bartholdi. Un agradable paseo por este pueblo que se hace bastante rápido, entorno a las 2h máximo.