Lectura. La caída del mundo (II): Virus

La caída del mundo II: Virus
Megan Crewe
Páginas: 256
Año: 2013

Un virus mortal ha destruido la pequeña isla en la que vive Kaelyn. Ella fue una de las pocas que consiguió superar la enfermedad. Su padre trabajó sin descanso para encontrar la vacuna y finalmente dio con ella. Ahora tiene que haber alguien que sea capaz de reproducirla y para ello Kaelyn deberá llegar al continente. Pero una vez allí, se da cuenta de que no solo es el virus el asesino.
Hace ya unas semanas que traje la primera opinión sobre una novela de ficción postapocalíptica que leía de este tipo, era La caída del mundo: Aislados de Megan Crewe. Y ahora tenemos la segunda parte de esta historia, Virus.

Opinión Personal

Si en la primera parte la acción transcurría en una isla de Canadá dónde parece ser, se originaba un virus mortal que hacía que la gente fuese muriendo después de pasar por diferentes etapas de la enfermedad, en esta ocasión nuestra protagonista principal Kaylin, tras encontrar una vacuna experimental en el laboratorio de su padre, se decide a ir al continente, a Ottawa exactamente, para poder dar con alguien que consiga reproducir más muestras e intentar poner fin a la epidemia del virus.

Ahora se encuentra prácticamente sin familia, solo con su pequeña prima Meredith, se tendrá que enfrentar a la aventura de emprender una misión de este tipo, pero no irá sola en ese viaje, si no que la acompañará Tessa, Gav y el eterno acompañante de sus escrituras, Leo, que ha desembarcado en la isla tras desatarse el terror en el continente y esta última compañía llenará páginas en la historia.

Al igual que la primera parte, es una lectura ligera, rápida y que tampoco te hace pensar demasiado, más allá de lo cruel que es el propio ser humano cuando tiene que mirar por su propia supervivencia sin importale los demás. Sobre todo, veremos la fuerza de voluntad de Kae para hacer llegar a sus compañeros al destino que se ha propuesto y poder ayudar a salvar la humanidad, aunque cabe decir que tampoco es una heroína. Los personajes quedan un poco desdibujados, pues todo se conoce desde el punto de vista de ella y puede que ese sea el peor error de una novela de este tipo pero no se le puede pedir mucho más.