Lectura. El portador de la luz (II). La daga de la ceguera

El portador de luz II: La daga de la ceguera
Brent Weeks
Páginas: 912
Año: 2013

Gavin Guile pensaba disponer de cinco años más de existencia como Prisma, y ahora resulta que le queda menos de uno. Con cincuenta mil refugiados a su cargo, por no hablar de un hijo ilegítimo que hay que formar en las artes mágicas y una ex novia que bien podría haber descubierto su más oscuro secreto, le llueven los problemas. De repente, la magia en todo el mundo está fuera de control, y este caos amenaza con acabar con las Siete Satrapías. Peor aún, los dioses antiguos están a punto de renacer, y sus ejércitos parecen imparables. Tal vez el único camino para la salvación sea arrojar luz sobre la mentira que rige la vida de Gavin desde hace dieciséis años.

Opinión Personal
En la primera parte del portador de la luz, El prisma Negro, recordemos que dejábamos a nuestros protagonistas saliendo de la ciudad de Garriston. El joven Kip, ya ha experimentado con su poder y ha resultado que tenía mucha rabia contenida pero sin controlar. La Guardia Negra, Karris, por fin ha descubierto el secreto que El Prisma llevaba 16 años guardando en secreto. Y Gavin, el Prisma, ha hecho un esfuerzo mucho mayor del que podría y parece haber perdido parte de su luxina, la azul para ser más exactos.

En este segundo tomo, La daga de la ceguera, Brent Weeks nos lleva a la Cromería, donde Kip está destinado a ser un paria por el simple hecho de ser un bastardo, teniendo que enfrentarse a las trabas que su abuelo Andross Guile le interpone día a día, ya que no le acepta como nieto legítimo y empieza a vetarle entradas y clases que impiden que mejore en el control de su poder como debería. El principal objetivo de Kip será entrar en la Guardia Negra, que ahora viendo mermada sus filas tras la batalla de Garriston aumenta el número de nuevos ingresos, allí conocerá a Teia, una esclava que también está dispuesta a entrar en este comando de élite utilizando el patryl, un nuevo "color".

Por otro lado, Gavin está inmerso en la búsqueda de algún lugar adecuado para poder alojar a los habitantes de la invadida Garriston. A él se une Karris, que tiene unos sentimientos confusos y no sabe cómo proceder con nuestro prisma... entre esa tensión sexual y dentro de un ambiente de nueva preguerra ambos se tendrán que enfrentar a su situación con la ayuda de una vidente.

En el bando contrario tenemos a Liv, la antes tutora de Kip y alumna de la Cromería, se ha unido a las fuerzas del Príncipe de los Colores y se disponen a invadir la región de Atash. Liv tendrá que superar sus miedos y diferentes pruebas de lealtad del Príncipe, que pese a ser un engendro de los colores está bastante cuerdo y ya no sabremos durante la lectura por quién mostrarnos partidarios.

En esta segunda parte, tenemos bastante más acción que en El prisma negro, tanto a nivel de lucha como de intrigas dentro de la Cromería de la mano de los Guile. Me ha gustado la forma de entrenar de la Guardia Negra, la historia de Kip bastante bien, la de todos en realidad solo que en algunos momentos se me ha hecho un poco interminable, demasiados detalles que hasta pueden perderte. En definitiva, una lectura fantástica recomendada ¿dónde irá a parar Gavin tras la lucha en Ruh? ¿Y Andross Guile que conseguirá? ¿será el Príncipe de los colores capaz de conquistar las 7 satrapías? Deberemos de esperar a la próxima parte para poder averiguarlo.