Trudi Canavan
Páginas: 528
Año: 2013
Se avecinan tiempos revueltos en Sachaka. Cuando Lorkin, el hijo de la Maga Negra Sonea, regresa de su exilio en el seno de la sociedad de los rebeldes Traidores, todo parece encaminarse hacia un punto culminante.La reina de los Traidores le ha encomendado al joven la difícil tarea de negociar una alianza entre kyralianos y
Opinión Personal
Decidida a terminar la trilogía la espía traidora (La espía traidora (I). La misión del embajador, La espía traidora (II). La renegada) de Trudi Canavan tenemos la última entrega, La reina traidora.
Como en la segunda parte, tenemos a cinco personajes que nos van contando los diferentes acontecimientos desde su perspectiva.
Por un lado el embajador Dannyl en las tierras sachakanas (para mí el más aburrido), relata la liberación de Lorkin y su relación con el achani.
El mismo Lorkin, después de volver de las tierras de las Traidoras, es retenido por el rey Amakari para intentar sonsacarle información de esa gente para después tomar la decisión de unirse a un nuevo pueblo en su lucha, ya que Los Traidores están dispuestos a jugárselo todo para poder derrotar a los achanis.
Trasladándonos a Kyralia y el Gremio, tendremos a Cery, el ladrón de los bajos fondos que parece que no le sale nada bien y tiene que esconderse bajo el mismo Gremio para poder localizar a Skellin, el traficante de craña que se hace con el control de la ciudad (y al que llevamos persiguiendo toda la trilogía), teniendo que contar con la ayuda inestimable de la joven Lilia, la nueva maga negra que descubrimos en el 2º libro, y que desde su perspectiva nos cuenta cómo aprender los poderes de esa magia negra que tanto paraliza a algunos a su vez que intenta proteger a Cery, Angy y Gol.
Por último, la maga negra Sonea, parte a reunirse con la reina de las Traidoras a fin de establecer una alianza comercial ¿estarán de acuerdo en todos sus términos?, una simple excusa para saber de su hijo, Lorkin.
Quizás un buen final, aunque se me ha hecho bastante lento y en algunos momentos predecible, por lo que me ha resultado un poco pesado, sobre todo la parte de Dannyl y a veces hasta la de Cery, que al inicio de la trilogía prometía ser más trepidante. Me he quedado con la curiosidad de saber más sobre Sonea, por lo que tendré que recurrir a la trilogía anterior de Canavan, Las crónicas del mago negro.
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