domingo, 10 de noviembre de 2013

, , , , ,

Lectura. El jinete de bronce

Leningrado, verano de 1941.  La guerra que se produce en otros estados europeos parece lejana en Rusia.

La familia Metanov, compuesta por siete miembros parece que no les va mal pues todos desempeñan un puesto de trabajo y a pesar de vivir en pisos comunales, típicos soviéticos en realidad, no se pueden quejar. Sus dos hijas, Tatiana y Dasha Metanov, se encuentran en la flor de la vida, con 17 y 23 años, cada una ha empezado a distanciarse y a vivir una vida que no pueden compartir... o eso creen.
En ese caluroso verano, estalla la guerra en las fronteras rusas que limitan con la cada vez más grande Alemania nazi, poco a poco irán acercándose hasta Leningrado donde las condiciones de vida irán empeorando por momentos, sufriendo así las penurias de la guerra y malviviendo.

Pero en ese mismo verano y antes de que explote la inminente guerra, en una parada de autobús, la joven Tatiana conoce a un soldado, Alexandr, quien no deja de observarla e incluso parecen compartir el mismo recorrido. En esos momentos todo es confuso y mágico, pero las circunstancias harán de su amor una historia distante, de miradas furtivas y de roces a escondidas... pues su hermana mayor, Dasha, comparte los mismos sentimientos por el teniente.
Ambos vivirán momentos en los que decir la verdad, otros en los que lo mejor es ocultarla para no hacer daño a su hermana, todo ello, envuelto en una guerra, donde la vida de todos ha cambiado completamente y dónde la ciudad ha quedado arrasada, durante el tiempo de asedio, los muertos se amontonan por las calles, la comida escasea y la incertidumbre por saber si están vivos aumenta día a día.

Es una historia de amor imposible, me ha enganchado muchísimo y narra las penurias a las que se somete la humanidad en tiempo de guerra. Siempre había leído libros desde el lado alemán o británico en esta época, no de los soviéticos y las costumbres, formas de vida son muy diferentes de uno a otro a país, lo que genera un marco increíble para una historia de superación y sobre todo, de confianza y también sufrimiento, entre los protagonistas. Además, vamos viendo como van madurando en cada momento que pasan, una Tatiana que al comienzo del libro solo le interesa comerse un helado y a la que no dan muchas responsabilidades por ser la menor de la familia y termina convirtiéndose en alguien que se juega la vida por sus seres queridos, enfrentándose a la guerra y al hambre cara a cara, rozando la muerte en más de una ocasión. Al igual que Alexandr, un joven despreocupado que irá enganchándose a Tatiana, intentando protegerla todo lo que pueda, sin querer hacerla daño.
Muy recomendable.

0 comentarios:

Publicar un comentario