Gossip Girl, aquella serie que empezó allá por el 2007 de una forma muy fuerte y por qué no, algo novedosa ha terminado cinco años después y no, no me ha dado pena. Lo que no he podido evitar ha sido tragarme la última temporada de 10 episodios en muy (muy) pocos días.
Para ponernos en antecedentes, Gossip girl es un blog de cotilleos llevado por alguien anónimo que comenta y critica a la gente más pudiente de Manhattan, entre ellos los protagonistas de la historia.
Todo comienza cuando Serena Van der Woodsen, la rubia de oro, llega de nuevo a NY después de una desaparición misteriosa. Conoceremos a Blair Waldorff, la reina pérfida del colegio Constance y amiguísima (y enemiga, según el momento de lucidez) de Serena. A Nate Archivald, que en principio se debate entre B y S (y entre otras tantas más, un picaflor pero bien mono). Chuck Bass, que cambia de horterilla a menos hortera, con sus propios demonios hacia su padre y Blair. Y Daniel Humpfrey, el chico solitario, (y su hermana Jenny en las primeras temporadas) como los chicos de Brooklyn que van al colegio pudiente buscando algo mejor pero que lo único que se encuentran es rechazo y a veces incluso, el amor.
El quinteto protagonista |
En medio de estas temporadas lo que vemos son grandes modelitos (¡qué envidia!), música de moda, enemistades, bodas, amoríos varios entre los personajes principales y otros secundarios como Vanessa, amiga de Dan en Brooklyn, Eric, el hermano de Serena (Declan en Revenge..), Georgina y sus complots (menudo personaje más mal aprovechado, pero me ha gustado verlo en la última temporada), Ivy Dickens en las dos últimas temporadas y otros tantos personajes de por medio que han sacado punta y puesto a parir a los principales.